martes, 7 de julio de 2009

Memoria Olfativa

Hacer la limpieza puede ser una tarea muy divertida. Hoy desperté con toda la intención de tirar todo aquello que ya no iba a utilizar y que hacía que mi recámara se viera como zona de desastre.
Me dispuse a utilizar mi compu como compañera mientras ponía mi itunes a todo volumen (tiene muy bien sonido esta joyita).
Empecé por mi escritorio, y tenía un montón de copias que hablan de mercadotecnia y finanzas, había tareas, trabajos, ensayos, ejercicios, post-its con mis pendientes escritos al aventón, y mil cosas más. Realmente no puedo entender cómo se van acumulando tantos papeles en un espacio tan pequeño.
Conforme iba separando lo que sirve y lo que no, me di cuenta que necesito una trituradora, y que es demasiado papel que quiero reciclar, por lo que mañana me dedicaré un rato a buscar dónde puedo lograr este objetivo.
Después de terminar con mi escritorio, sólo me quedó un montoncito de copias bastante interesantes, y después me seguí con el librero, y es ahí donde comenzó la diversión.
Encontré tareas de la prepa, papelitos de esos que uno se pasa entre compañeros en las clases cuando está aburrido (generalmente para criticar o contar chismes), cartitas, tarjetas de presentación, plumas secas, exámenes, uff... era toda mi educación reunida en un sólo peldaño del librero.
Todo eso me llevó a preguntarme cómo era la vida sin el facebook, cuando nos escribíamos cartitas entre amigos y ahora sólo hay que meterse al profile de quien sea y dejarle una post/comment amistoso.
Entre tanta cosa que iba sacando, me encontré algo que sinceramente me puso la piel chinita. Era un tubito de M&M's mini.
Lo abrí porque me dio mucha curiosidad por qué rayos tengo eso ahí aventado, y en cuanto lo abrí un aroma salió de él haciéndome cerrar los ojos y viendo como un flashback pasaba por mi mente a velocidades insospechadas.
Se me salió una lágrima de emoción, porque dentro del tubo había muchísimos boletitos de camión y una cartita. Sí, era un regalo de un exnovio que me hizo recordar muchísimo lo que era mi vida hace unos 3 años.

Me impresionó porque nunca un perfume se me había quedado tan grabado en la memoria y me hizo sentir que el tiempo no había pasado porque olía como si lo hubiera rociado ayer...

Es por esto, que me pongo a reflexionar sobre el regalo más grande que tenemos en la vida, y creo que es la memoria. Creo que no sirve de nada vivir, si no se recuerda lo que sucede día con día, es una capacidad tan asombrosa que apenas hoy me maravillé con ella, ya que siempre la había tomado como algo necesario (me tengo que acordar de muchas cosas), pero nunca había analizado el sentido profundo de la memoria.

Qué bonito es recordar y qué bonito es que haya personas en la vida que dejen una huella tan profunda que al pasar de los años, al recordarlas, no sólo en una foto, sino con todos los sentidos produzcan emociones que sorprenden y hacen revivir los momentos más felices de la vida.

1 comentario:

  1. Hola Paulina, me enteré por el facebook que tienes este blog. Espero que no te moleste que deje un comentario (bueno, antes espero que te acuerdes de quien te deja este comentario).

    Me sorprendió mucho ver lo bien que escribes: la claridad con que lo haces, la facilidad aparente que hay en tu narración. Igual es prejuicio mío, pero creo que no es algo muy fácil de encontrar.

    Sólo quería decirte eso (y otra cosa, a propósito de la memoria, pero creo que no vale mucho la pena). Tu blog fue un buen hallazgo este día.

    jp

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