domingo, 19 de julio de 2009

La mercadotecnia de mi vida...

Durante los dos últimos años, me he sumergido en un mundo en el que lo único que importa son los resultados...
Estudiando la maestría, es muy fácil perderse dentro de definiciones de mercadotecnia, razonamientos que nos entrenan para pensar de manera estratégica para conseguir lo que queremos.
Nos enseñan a medir y analizar el entorno, a hacer cálculos matemáticos y estadísticos que nos proyectarán escenarios, desde los optimistas hasta los pesimistas. En fin, básicamente estudié durante dos años el arte de enamorar al consumidor para que compre y recompe x producto, servicio, idea, lugar, persona pública, etcétera.
En una de las tantas clases que llevé, (Valor de Marca para ser específicos), me enseñaron como crear marcas irresistibles, cómo hacer una esencia que enamore a todos aquellos que sean parte del target e incluso hacer que aquellos que no lo son, la conozcan y tengan un posicionamiento positivo de la marca.
Lo interesante para mí, es que dentro de esa clase, hice un ejercicio que se llamaba: Mercadotecnia Personal. Consistía en desarrollar toda una matriz de planeación basada en mi persona y en la manera en que quiero ser vista por los demás (imágen es igual a percepción).
Creo que siempre me he considerado una persona con buen posicionamiento (lo sé porque digamos que hay mucha gente que me quiere gracias a Dios), he tratado de desarrollar estrategias que me ayuden a mejorar e incluso que me hagan ser mejor ante los ojos de las personas (tal vez sin darme cuenta).
El ejercicio que menciono, estaba compuesto por lo siguientes pasos, los cuales tenían que ser aplicados a mi persona, por ejemplo:

Visión : Llegar a ser una consultora de MKT reconocida en México, lograr construir un futuro sustentable para los míos y sembrar en ellos los valores que me lleven al éxito.

POSICIONAMIENTO
Always smiling face
ESENCIA DE MARCA
Por que contagia alegría
REASONS TO BELIEVE
Bromas inteligentes, sociable, coqueta, directa.
PERSONALIDAD
Extrovertida, entregada, positiva, perseverante, cálida.

Me gustó mucho la manera en que me percibía yo misma, y creo que incluso, a partir de este ejercicio quise empezar a aplicar la mercadotecnia personal, porque después de todo... absolutamente todo en la vida es vender.
¿Cuál es el problema? Sinceramente, todo suena muy bien, a uno le enseñan que si es de tal forma, se tienen tales estrategias y conocimiento del mercado, lo más seguro es que se cumplan los objetivos.
Yo soy una persona que vive todos los días así, a base de objetivos: Conseguiré, lograré, compraré, ahorraré, aprenderé, seré, y cualquier verbo en tiempo futuro que involucre un logro (aunque los objetivos se redacten en infinitivo).
Desgraciadamente, la vida no es como el mercado. Al momento de analizar la mercadotecnia personal, se nos olvida que los sentimientos en la vida real son un factor que generalmente no interviene en el mercado de consumo (afortunadamente, si no, sería todavía más impredecible de lo que ya es al tratar de conocer al consumidor).
El punto es que me acabo de dar cuenta, que en la vida es necesario tener objetivos pero que debes estar preparado para fallar, tal como puede pasar en el mercado, aunque en la vida real es más difícil, porque pega directamente en la parte emocional.
La gente que me rodea, viéndolo fríamente, son consumidores... Algunos cautivos, algunos reales... Otros potenciales y otros... pues son non users de mi marca.
Pero a lo que voy, es que me acabo de percatar que por más que se intente, cuando alguien no te quiere comprar... no lo hará ni aunque te pongas en rebaja del 100%, y eso duele.
Así que, siguiendo los principios fundamentales de la mercadotecnia, cuando un objetivo falla, lo que hay que hacer es analizar que pasó, que factores influyeron y preparar un objetivo nuevo y mejorado que ofrezca primero resarcir el fracaso y segundo, alcanzar la deseada rentabilidad...sin que todo eso cambie la esencia del producto.

Gracias Philip Kotler, salvaste mi vida.

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